sábado, 8 de octubre de 2011

1. Zadist


Watson se aproximaba orgulloso por el pasillo obscuro, haber cazado a cinco demonios en una solo semana y sin tener ninguna baja había sido un gran adelanto, además de eso, los demonios eran una familia entera constituida por seis, así que le faltaba uno, tenía que torturar nuevamente a la hermana, o tal vez a la otra… o mejor aun, a las dos, si así será, asustar a los machos. Saco su Razar y marco al primer numero que se encontraba en su agenda
-Sip, te quiero aquí ya!- sonrió levemente – ya sabes para que!- entonces colgó, entro a través de una gran puerta negra, la habitación se encontraba prácticamente vacía, solo había una gran mesa en el centro y al final se encontraban cinco cuerpos tumbados y encadenados. Se acerco a la chica que se encontraba inconsciente y la cargo
-NO LA TOQUES!- Grito Damián
        -Y que se supone que me harás demonio!?-llevo el cuerpo hacia la mesa- me vas a  rasguñar?-dijo irónicamente mientras encadenaba a la mujer.
Camino alrededor de la habitación observando como los hermanos trataban de liberarse de sus cadenas.
        -Esto no es necesario.- camino de un lado a otro - ustedes solo tienen que decirme donde está el otro.
Los hermanos intercambiaron miradas, pero nada, silencio absoluto.
        -No!? - Volvió a preguntar Watson, nada, eso lo enfureció y camino directamente hacia Caroline tomo su dedo índice - Es hora de DESPERTAR! - Lo rompió, Caroline abrió los ojos y comenzó a gritar. – Tendremos una visita señores – comento Watson mientras acomodaba a Caroline y le secaba las lagrimas – Es un gran hombre, le decimos Zadist – Se acerco a Caroline – Y si crees que esto duele preciosa lo que el hace te matara en vida – La mujer cerro los ojos.

Los pasos eran bastante pesados que  se aproximaban con gran tranquilidad, sin embargo entre mas se acercaba, mas era la maldad en el ambiente. La puerta se abrió, una gran silueta negra se asomo, se deslizo por la negra habitación hasta llegar a Caroline. La luz que iluminaba a Caroline dejo al descubierto la cara del hombre, un tipo joven, moreno, cabello corto y una sombra de olvido que se reflejaba en sus negros ojos
        -Así que tu eres la pequeña con la que me divertiré?- su sonrisa se ilumino y sus ojos brillaron de  alegría
-Maldito hijo de... -grito Damián-te juro que te arrepentirás
        -Calla chiquillo estúpido, el próximo serás tu- dijo Zadist contento del trabajo que estaba a punto de hacer

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