Cuando
era niña, Yvainne adoraba la playa, nunca dejaba de ir a la costa con sus
amigos, practicaban deportes extremos pero su favorito siempre fue el surfing,
pero ahora, no puede ni siquiera dejar que el agua toque sus pies descalzos. “Sin
embargo… es hermosa”
Lo recordaba muy bien, fue cuando
apenas tenia diecisiete, uno de sus mejores amigos había muerto en una oleada,
todos observaron como lo revolcó, después de un rato Yvainne decidió ir por el,
ya que no se veía, fue demasiado tarde, Víctor ya había muerto, sin embargo la
madre de el le agradeció haber recuperado su cuerpo. Desde aquel momento se dio
cuenta de que no tenía la vida comprada y del peligro que representaba el inmenso
mar.
En esos momentos Yvainne solo estaba
tomando el fresco de la mañana, por fin logro levantarse sin ningún riesgo y a
primera hora de la mañana se había enderezado para salir de aquella cárcel.
-YVAIINNE,
MALDITA SEA!! - grito enfadado Damián – TE ESTAMOS BUSCANDO DESDE HACE RATO.
-Calla
Damián – volvió su vista al mar – estaba a punto de regresar. – entonces
comenzó a caminar de regreso. Antes de llegar a casa, Yvainne sintió que
alguien la seguía, se giro sobre si. - Dominic?
-Mama
esta dentro – comenzó a caminar – tal vez te interesa saber eso.
Yvainne se paro en seco, “mama,
dentro?” dio media vuelta y comenzó a caminar hacia otro lado excepto la casa.
-A DONDE VAS? – pregunto Damián
-A donde sea…. Al pueblo.
Damián comenzó a caminar tras ella,
para acompañarla, Dominic lo detuvo
-Yo iré.
Yvainne siguió su camino sin mirar
atrás. Pero si se dio cuenta de que su hermano la seguía en silencio.
-No
tienes que venir sabes – Comento ella – solo no quiero estar ahí, no es que me
escape ni nada de eso. – siguieron caminando y como era de esperarse no dijo
nada, así era Dominic el hombre de pocas palabras
Al parecer la idea del pueblo había
sido igual o peor que estar cerca de su madre, la gente comenzó a hablar y a
curiosear, los murmuros se escuchaban cada que veían a Yvainne y a Dominic
juntos.
-Maldita sea. – Comento Yvainne,
luego observo a Dominic – disculpa…
-Que? – frunció el ceño
-Dominic,
podrás ser callado pero no me puedes mentir a mi – dio la vuelta para regresar
– no te gusta estar cerca de la gente.
-Pero
a ti no te gusta estar con mama. – comento serio, Yvainne levanto los hombros
sin importancia
-Sobreviviré
– camino de regreso.
Antes de llegar a casa, Dominic e
Yvainne comenzaron a escuchar un sonido constante, que después de un rato se
escucho más fuerte y más fuerte, un helicóptero pasó por encima de ellos
directamente a la playa que se encontraba cerca de la casa.
-No puede ser posible! – Yvainne
corrió directamente en dirección del helicóptero.
El helicóptero todavía seguía
prendido cuando ella llego, la verdad es que estaba asustada, no sabía quien
era y si era el que sospechaba muchas cosas saldrían un poco mal. El primer hombre que bajo era nada más y nada
menos que Nathaniel, alias el hijo del jefe, alias hermano postizo y seguido del
bajo Joseph, alias el jefe, alias padre postizo enojado.
-NO TE QUIERO VER POR AQUÍ HASTA QUE
TE LLAME! – le ordeno al piloto del Bell 212, bajo
de la gran nave y luego observo a la chica que estaba buscando, abrazada de si
misma temerosa de lo que estaba por venir. El helicóptero se fue, todos
observaron su partida, mientras Nathaniel comenzaba a examinar a Yvainne.
-Que demonios
haces?- le pregunto ella a el.
-Tengo que revisarte, no te ofendas mujer, pero acaso ya te
viste la cara- comento sonriente Nathaniel.
-No era necesario que vengan – comento mientras el chico checaba
su temperatura
-Te equivocas Yvainne, era necesario que YO venga, pero EL… -
señalo a su padre que se aproximaba rápidamente hacia ellos – el no era
necesario que venga. Dios mío que te paso? – señalo su cara y los moretones que
tenia en los brazos.
-NADA.
-NO TE ATREVAS A DECIR ESA PALABRA ENFRENTE DE MI SEÑORITA!-
grito Joseph muy enojado – DESAPARECES UNA NOCHE, ME DICES QUE TUS HERMANOS
ESTAN EN PELIGRO, LLEGO AL DIA SIGUIENTE, Y TU ESTAS MAS QUE JODIDA. - siguió
gritando y regañando a la mujer que el mas quería y adoraba – Y TU NOS DICES
QUE NO TE PASO NADA!!!
Joseph, el jefe
y su padre postizo, este era el hombre que Yvainne en verdad temía, por que a
pesar de no ser de la misma sangre se había convertido en alguien mas parecido
a su héroe, a ella no le gustaba que la viera así y mucho menos le gustaba que
se enojara con ella.
-Papa – comento
Nathaniel – no creo que necesite esto ahora. – señalo a sus cinco hermanos que
observaban desde lejos.
-Son tus
hermanos? – pregunto Joseph, ella asintió.
-Si ellos son. – comenzó a caminar hacia sus hermanos en
compañía de su familia postiza.
Los hermanos
simplemente esperaron curiosos, e interesados, sin embargo ninguno se movió,
solo observaron al hombre, Joseph se detuvo enfrente de ellos, con una especie
de sonrisa.
-Joseph Lucas – se presento – soy el jefe de Yvainne, y si me lo
permiten decir, la quiero como si fuera mi propia hija – sonrío hacia ella,
luego se aclaro la garganta – ella no habla mucho de su familia, sin embargo me
llamo a mitad de la noche diciéndome que ustedes estaban en peligro…
-Esto… no es necesario… - interrumpió Yvainne – por que mejor no
vamos…
-NO ME INTERRUMPAS, BASTANTE
MOLESTO YA ESTOY – Yvainne bajo la mirada, sabia que esa era una batalla que no
ganaría. – Como les decía, me dijo que ustedes estaban en peligro… y lo único
que veo aquí es que ella es la mas perjudicada – tosió un poco – quiero saber
que paso, yo se que Yvainne no me dirá, pero – los señalo a todos – uno de
ustedes me dirá, por lo que ella hizo por ustedes.
Los hermanos
seguían sin hablar, pero observaban muy concentrados a Joseph, imponía ante
ellos y ellos entendían por que estaba enojado, habían lastimado a su hija en
un lugar desconocido y la habían lastimado por que había defendido a otros
desconocidos.
-Supongo entonces – hablo Caroline sonriente – que le gustaría
pasar a tomar una tasa de café? - Joseph
observo a la chica y luego de mala gana asintió, todos comenzaron a caminar
hacia la casa con excepción de Yvainne.
-Que te pasa? – Yvainne observo a Nathaniel – quieres que te
ayude? – Yvainne negó con la cabeza
- Es solo que… no quería que esto pasara – callo y se aclaro la
garganta – no quería que esta vida se juntara con la vida que llevo halla en
LA.
- Yvainne – hablo Gail
desde lo alto, colorada por una razón desconocida – he.. Yo.. Pues, te acompaño
– bajo y la tomo de la mano. Nathaniel bajo la cabeza ante Gail y las siguió por atrás.
Dentro de la
casa no había ningún ruido, solo las manecillas del viejo reloj del abuelo, tic
– toc – tic – toc, todos se dirigieron a la sala de estar.
-Traeré el café
– Caroline observo a Nathaniel y luego con una sonrisilla a Gail
-Yo iré con
ella – Yvainne se levanto pero antes de caminar Joseph la agarro del brazo
-Tú… te quedas
aquí. – Yvainne se sentó, comenzó un gran silencio incomodo que nadie se
atrevía a interrumpir, por alguna extraña razón Nathaniel estaba mas incomodo
de lo normal y Gail estaba
completamente colorada. Era desesperante, al sonido del reloj se le unieron los
tamboreos del pie de Joseph y el chirrido de la tetera hirviendo.
-QUE PASA AQUÍ?
– el silencio se rompió, todos se sobresaltaron y observaron de donde venia
aquella voz. En el pie de la entrada se encontraba nada más y nada menos que la
madre de los seis demonios.
-Maldición! –
murmuro Yvainne mientras Dante se levantaba de su lugar.
-Madre, no es nada. – Observo alrededor de la sala – es solo que
el jefe de Yvainne quería saber como estaba ella. Así que Carol lo invito a
tomar una taza de café.
-Yvainne! – Dijo interesada y a la vez sorprendida – no pensé
que seguiría aquí.
-Aquí estoy. Pero te prometo que en cuanto pueda me iré. –
Yvainne no miro a su madre en ningún momento
-Así que usted es la madre de Yvainne – Joseph interrumpió el
tenso reencuentro madre/hija- no comprendo por que ella no habla de ustedes…
-Ella debe de tener sus razones padre.- por fin hablo Nathaniel
salvando a Yvainne.
La madre de
Yvainne se sentó en su lugar preferido y junto con ellos espero el café,
nuevamente se hizo el silencio.
-AQUÍ ESTA EL CAFÉ! – anuncio Caroline sonriente. – Espero que
les guste, no soy muy buena con esto de la cocina.
-Nada buena! – se burlo Damián.
Todos se
prepararon su café al gusto, Yvainne seguía callada, en el mas lejano rincón,
escuchando los tintineos de las cucharas y las bromas que hacían sus hermanos
entre si. Entonces se levanto, comenzó a caminar de un lado a otro de la
habitación pasando una y otra vez sus manos entre su largo cabello.
-No quieres uno? – ofreció Dominic a Yvainne, ella negó la
cabeza – Oh! Cierto, no te gusta el café.
-Me
gustaría terminar esto e irme… - comento Yvainne en voz alta – por favor hay
que terminar esto.
-Me
parece buena idea. – dijo Nathaniel secamente.
-Bien
tal vez tengan razón. – continuo Joseph –díganme, que paso por favor?
-Fue
hace tres días – la historia la comenzó Gail – aunque por lo que suponemos, tal
vez comenzó desde hace un mes o dos, verán, alguien nos secuestro… tal vez eso
ya lo saben todos…. Fue en la noche, unos diez tipos bien armados se metieron
en la casa, no solo estaban bien armados, ellos sabían que tenían que hacer,
sabían nuestras debilida…. – Gail observo a Yvainne, no podía continuar, si
continuaba tendría que decir su “pequeño secreto” – este… ehh…
-
Gail, ellos saben… - todos la observaron – Demonios! daa!!
-TE
ATREVISTE A DECRILES!? – Se levanto precipitadamente la madre de los demonios –
COMO FUISTE CAPAZ!? – Yvainne se levanto nuevamente, esta vez enojada, sus ojos
eran rojos y su pelo cambio de café obscuro a rojo fuego, estaba furiosa, por
fin exploto.
-ME
ATREVI DE LA MISMA MANERA
QUE TU TE ATREVISTE A CORRERME DE AQUÍ. ME ATREVI POR QUE ELLOS SON LO MEJOR
QUE HE TENIDO EN LA VIDA Y
SE LO MERECEN SABER. – Yvainne gritaba sin interesarle lo que decían sus
hermanos o su padre.- A TI NO TE DEBE DE INTERESAR MI VIDA. – se le acerco a la
mujer que una vez le dijo madre, la observo directo a los ojos por un rato
luego sonrío – mujer, si no me quieres alrededor de tus hijos, ENTONCES APRENDE
A CUIDAR DE ELLOS! – tomo sus lentes – si me disculpan me retiro – Yvainne
salió de la casa azotando la puerta sin mirar hacia atrás, Nathaniel la siguió
sin decir palabra mientras todos lo observaban salir Joseph se levanto, se
acomodo el traje.
-Con
permiso – agacho la cabeza y se retiro sin decir mas palabras. Los hermanos se
observaron entre si
-Eso
madre… - Rompió el silencio Dominic – fue completamente estúpido de tu parte.
No comprendo, si ella dejo de interesarte, entonces no te metas en su vida. –
esta vez Dominic salió de la sala de estar.
-Que
…. Fue…. Esooo?? – pregunto asustado Damián, Caroline se levanto y comeos a
recoger cada una de las tazas.
-Creo
que esta vez…. Estoy de lado de Dominic…- dijo tranquilamente – no creo que
tengas mucho derecho de reclamarle madre. – Dante simplemente negó con la
cabeza y en el fondo de la habitación se encontraba Gail, sin decir ninguna
palabra a nadie observando a la nada… - Gabriiiiieeeeellll?? –Dijo Caroline en
tono musical y poco a poco se acerco a ella y le sonrío – que acaso no sabes….
– ella la observo – ese chico que venia con Yvainne no te dejo de ver en ningún
seguuuundo!!! – entonces comenzó a reír a carcajadas – no lo notaste Damián?
-Por
supuesto que si hermanita!!, no te dejaba de ver… con sus ojoosss
SSSEEEXXYYYSS!- Gail se levanto indignada
-Eso
no es cierto – dijo tranquilamente – el estaba preocupado por Yvainne. – Ambos
hermanos se comenzaron a reír, Caroline imitando a Gail sin aire mientras que Damián
se ponía rojo
-Y
uno, y dos – Caroline comenzó a mover sus manos como si tuviera una batuta en
mano – y un dos tres.
♫ GAIL, YA TIENE NOVIO!♫
♫ GAIL, YA TIENE NOVIO!♫
♫ GAIL YA TIENE NOOVIIOO!♫
♪Y PRONTO
SE VAN A CASAR!♪
♪Y PRONTO
SE VAN A ACOSTAR!♪
♫ Y MUUCHOS HIIJOS TENNNDRANN!!!!♫
Los dos
hermanos rompieron en carcajadas, mientras Gail comenzaba a lanzarles todo lo
que encontraba en su camino
-PAR DE TONTOS! – peleo Gail – BRUJOS, ANIMALES!,
DEMONIOS!
-CORRE CAROL!!! – Grito Damián, corriendo por el
corredor de la entrada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario