Nathaniel
metió a Gail en el Fiorano de Yvainne tranquilo, pero muy en sus adentros
estaba nervioso, se sentía temblando, pero estaba seguro de que su cuerpo
estaba bien, no podía creer que por fin estaría un tiempo con Gail a solas, sin
nadie que bromeara con ella o con el.
-Yvainne
te dejo utilizar su carro? – el sonrío, aquella sonrisa robaba el aliento de Gail
-Si
claro me encargue de pedírselo, para así sobrevivir para nuestra boda! –
entonces cerro la puerta, había dicho BODA, no es posible si ni siquiera me
conocía, además Gail no era de esas personas que se tiraban sobre le primer
hombre que la hiciera sentir así. “pero sobre el si” una vocecilla se escucho
en su interior, el chico entro con una sonrisa gigante – Lista entonces?
-Que
importa, de todos modos me llevaras.
-Tienes
Razón. – arranco el Fiorano y apretó el acelerador, no se a la ciudad, después
de manejar por las curvas mas peligrosas que dirigían hacia el pueblo se desvío
por la terracería – espero que te guste la lasaña, pero es lo único que se
preparar.
-A
donde me llevas Nathaniel? – pregunto ella asustada
-No
te preocupes, no te estoy secuestrando – le dio el celular – marca a Quien
quieras dile que estas en mi casa… - su sonrisa se desvaneció expresando una
profunda tristeza – Yvainne sabe donde es…
-No,
no, solo quería saber a donde íbamos…. – hubo un silencio – A tu casa?
-SI
– sonrío nuevamente – la acabo de comprar, me encanto, es privada y lo que me
gusta de todo es que esta rodeada de naturaleza – señalo todos los arboles –
esta mañana entro una luz impresionante, hermosa… - ahora vio a Gail – espero
que te guste.
-No
me tiene que gustar a mí – dijo por fin Gail – es tuya – el alzo los hombros
desinteresado.
El carro
se detuvo en el estacionamiento, Nathaniel se bajo y rodeo el carro para ayudar
a Gail a bajar del carro de lujo.
Comenzaron a caminar lentamente, el no dejaba
de sonreír, entonces la vio, la casa se asomo entre los árboles, era una
especie de cabaña fusionada con una casa
de lujo, había grandes ventanales la puerta era grande, además de los arboles,
tenia un jardín que se dirigía mas hasta llegar a la base de la montaña, en
verdad era hermosa, en ese momento envidio a Nathaniel, le encantaría tener esa
casa para ella, ya que a ella le encantaba la naturaleza y además de eso la
privacidad.
-Y
bien? – comento de repente Nathaniel, Gail le tomo la atención nuevamente – Te
gusta?
-Es
hermosa – ella sonrío – no sabia que existía esta casa
-Yvainne
me dijo que había una aquí – Maldita Yvainne – Le pregunte por una casa que tal
vez te guste a ti, y me dijo que aquí seria perfecto para ti… - Gail no
comprendía
-Pero
yo que tengo que ver con esto – comento Gail asustada – no tienes que hacer
esto, yo ah… tu… no… - el se acerco tranquilamente
-Tranquila
– le puso un dedo sobre la boca para que callara – entremos, tengo hambre y
estoy ansioso de conocerte mas. – la tomo de las manos y la dirigió a la casa,
adentro estaba mucho mas hermoso, pero lo único que llego a conocer de la casa
fue el recibidor, la cocina y el comedor, le hubiera encantado recorrer la casa
entera pero el simple hecho de pensar en la habitación la hizo sentir un
extraño calor en la nuca.
-Entonces
que te gustaría saber – el le sirvió la lasaña sonriendo
-Me
gustaría saber algunas cosas que todavía tengo duda, como por ejemplo por que
te encanta la medicina, por que eres tímida? – cerro los ojos para pensar – que
tipo de música te gusta, color favorito, etc. etc.
-Quieres
saber mucho – comento ella tomando un poco de vino – te diré, me encanta el
color verde, o colores de naturaleza, me encanta la música am…. Lenta, romántica,
lo tímido me salió de nacimiento, siempre he sido tímida a veces incluso con
mis hermanos pero no se exactamente que paso… - ahora ella lo observo a el,
estaba atento a cada uno de sus movimientos de sus palabras – Y tu. – el se
enderezo
-Yo?,
pues a mi me encantan los colores fríos, música pues casi no escucho, la única
música que escucho es la canta Yvainne, cana hermoso – hizo una pausa – no soy
nada tímido, pero no me gusta ser agresivo, eso lo guardo para el trabajo y
pues tu me haces sentir estúpido… nunca había perdido la seguridad ante nada ni
nadie, pero tus ojos me hicieron sentir un bichito – comento ella sonrío –
Medicina?
-OH!
– ella se enderezo con una gran sonrisa – pues me encanta, no solo por ayudar a
la gente y salvar vidas, si no que uno de mis dones es la curación así que me
ayuda mas para saber lo que tengo que hacer, la curación se hace pero se tiene
que acomodar huesos o algo así – ella frunció el ceño – la vez pasada me dijo
Yvainne que tu querías ser doctor, pero dijo que por su culpa no pudiste – el
golpeo la mesa molesto
-Maldita
Sea!, esa niña no entiende – Gail estaba intimidada – no se cuantas veces le he
dicho que ella no tuvo nada que ver… - cerro los ojos – me hubiera encantado
ser medico, tal vez mas adelante me dedique a eso. Perdí mi primera oportunidad
un año después de que Yvainne entrara, paso un problema – el pensó muy bien las
palabras – fue en una misión de ella, estuvo en peligro, así que decidí
ayudarle, perdí mi oportunidad voluntariamente, ella no tiene nada que ver. –
dijo tranquilo negando la cabeza
-Interesante…
me pregunto si alguna vez Yvainne nos dirá todo lo que ha vivido? – se dijo a
si misma, el nuevamente negó con la cabeza
-La
verdad es que lo dudo mucho, ella es reservada – hizo una pausa – a ella no le
gusta contar sus problemas y menos a su familia, a ti no te dirá muchas cosas así
como a mi no me dice muchas otras, en verdad ella es un misterio. – y ella
estuvo de acuerdo con el
-Pero
bueno, dejemos de hablar de ella, se que es un misterio pero me gustaría hablar
mas de… - la palabra que quería decir era nosotros pero si lo hacia…
-En
eso tienes razón – el sonrío – tengo una pregunta
-Dime
-Bueno
no es exactamente pregunta o tal vez si… -dudo de si mismo – una confesión! Si
es eso!, te quiero decir lo que estoy sintiendo por ti – Gail se puso colorada
– Gail …
-Gail,
te lo digo desde ahora, esto va en serio, nunca me había sentido así antes, me
vuelves loco, la primera vez que te vi me robaste el aliento – se paso la mano
por el pelo – desde que te conozco mi vida cambio por completo, tenia asuntos,
ideas, trabajos que no dejaba de pasar por mi cabeza y cuando te vi. TODO
DESAPARECIO mis pensamientos comenzaron a girar en torno a ti. Cuando quería
dormir, tú cara aparecía y cuando por fin pude soñar… - hizo una pausa y sonrío
– bueno ese sueño me lo dijo todo – Gail estaba boquiabierta, no podía procesar
las palabras que le estaba diciendo ese hombre
-No,
no, no – ella negó con la cabeza confundida, la historia no era así, ella era
la que se sentía así, el no, el era inteligente y no un soñador – así no deben
ser las cosas – le frunció? el ceño
-A
que te refieres? – el estaba confundido y tal vez un poco decepcionado – Gail
te estoy diciendo que me gustas, me encantas me robas el corazón… me he
ENAMRADO de TI! – el se levanto rápidamente y se hinco enfrente de ella – tal
vez no sientas lo mismo tan intenso, pero quiero que me des una oportunidad, se
que puedo conquistarte… - el quedo en silencio “y si no?” – no soportaría la
idea de estar lejos de ti…
-Calla
– ella le puso la mano en la boca y luego sonrío – si sigues hablando me confundirás
mas de lo que ya estoy… - ella cerro los ojos – déjame pensar, no comprendo, se
supone que yo soy la que debe sentirse así…
-QUE!?
-Calla!
– comento no podía creerlo que era lo que le estaba diciendo – estoy pensando –
nunca su cerebro le había hecho tan difícil procesar esas palabras
-Te
estoy diciendo que estoy enamorado de ti como un estúpido, y tu estas…. – cerro
los ojos sonriendo – Pensando? – ahora ella lo vio, detenidamente, su sonrisa,
sus ojos grises, su cuerpo agachado ante ella, simplemente no podía creerlo
-Tu,
estas enamorado de mi – no pregunto, le acaricio la cara gentilmente
memorizando su forma – Pienso en muchas cosas Nathaniel, en como puede esto
estar pasando, en el por que, yo no soy hermosa y menos social, nunca te hable
de buena manera hasta ayer, siempre te hice sentir mal o te hice enojar, es
imposible
-Es
muy posible – Nathaniel quería encontrar las palabras exactas para expresarle
lo tanto que sentía por ella, pero simplemente no había suficientes para
demostrarle que la amaba. Entonces después de unos cuantos días de pensarlo, lo
decidió. Acuno la cara de Gail entre sus mano y la beso, larga y
concienzudamente, no podía creer lo que estaba sintiendo en ese momento, su
boca era como fresas con crema, simplemente deliciosa, Gail le había dado la
bienvenida dentro de ella y ambos hicieron una danza llena de pasión, lujuria y
sobretodo amor, esta era la única oportunidad de demostrarle cuanto la amaba y
no la iba a desperdiciar.
Gail
dejo de pensar, eso era lo que el provocaba, pero su boca suave y agresiva le exigía
y la reclamaba como suya y maldición ella también lo quería a el solo para
ella.
Yvainne acomodo sus cosas para el
pequeño viaje que haría hacia L.A, y Caroline la estaba tratando de convencer
para que la llevara con ella.
-Que te cuesta? – negó con la cabeza
-Definitivamente
NO Caroline – Yvainne cerro su mochila – es peligroso, no solo ira gente
importante, si no que pueden ir enemigos míos muy peligrosos
-No
me tienes que llevar a la fiesta, me quedare en casa – se sentó en el borde de
la cama – además que tal si tu demonio decide despertar, me necesitaras.
-MMMM
– en ese punto tenia razón, pero llevar a Caroline a L.A. no era algo que
desearía – maldita seas Caroline
-Eso
es un si? – Su hermana menor seguía negando con la cabeza – anda dime que si,
eso no te hará ningún daño
-Esta
bien! – se dio por vencida – pero me la vas a pagar bruja!
-YUPI!!
– Caroline salto y aplaudió con emoción.
De
repente la ventana de la habitación se abrió de golpe, una ráfaga de viento cálido entro recorriendo cada rincón del pequeño cuarto, el viento traía consigo
el sonido de risas y amor. Los arboles danzaron un poco y las olas del mar
hicieron una pequeña música romántica.
-WaW
– Yvainne rompió el silencio – Que demonios le esta haciendo Nathaniel para que
reaccione así… - ambas hermanas echaron a reír hasta que las lagrimas se les
salieron – mañana les va a ir mal con Dante!
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