lunes, 12 de noviembre de 2012

27.- La Estrella caida


            -MALDITA SEA VAZ A CONTESTAR O NO? – La voz sonaba entre divertida y desesperada, Yvainne reacciono.
            -Que? – estaba todavía confundida
            -AH!, ahí estas!, por un momento pensé que te había perdido demonio – Watson rió levemente – supongo que ya sabes que tengo a tus hermanos?
            -No es cierto! – “o si?” se pregunto para sus adentros
            -Claro que es cierto, para que te mentiría, todos son…. – se hizo un silencio – débiles, pero tu eres escurridiza Yvainne y poderosa, suerte que no eres demonio si no estaría completamente perdido – la satisfacción lleno a Yvainne, este ignorante no sabia que ya era demonio – bueno como sea hasta luego tenemos que empacar e irnos!
            -QUE? – Yvainne estaba impresionada
            -No creerás que me arriesgare como la ultima vez o si?, no después vendré por ti, por lo mientras ya tengo a cinco demonios y…. ah cierto un humano estupido, todos en el hospital – “Nathaniel” – hasta la vista Yvainne – entonces colgó.         
            Eso no podía ser posible, se habían organizado y sus hermanos deberían de estar bien, en el hospital, el hospital…., marco a los celulares de sus hermanos y ninguno contesto, “maldita sea”, en verdad sus hermanos estaban capturados, y los mas seguro es que el tipo este en la cabaña de fuego, presiono el acelerador y tomo la decisión.
            La carretera que llevaba a la Cabaña de Fuego era peligrosa, tenia curvas muy peligrosas y cerradas, Yvainne tenia que tener cuidado al manejar pues estaba en riesgo su vida y también su carro. Pero ese era el plan, no exactamente en la carretera, pero su plan era llamar la atención de los cazadores y alejarlos de la cabaña para así solo estar sus hermanos Watson y ella, al llegar al camino de terraceria preparo todo, puso un tubo sobre el acelerador y dirigió el carro hacia una montaña de piedras, se soltó el cinturón tomo sus armas y salto., se escondió detrás de unos arbustos y observo como su Ferrari Fiorano se dirigía a aquella montaña, el carro estallo al impacto e hizo un espectáculo de luz difícil de olvidar
            -AUCH!!! – Yvainne comenzó a caminar hacia la cabaña de fuego lamentándose durante todo el camino, apenas tenia una año con el, tres millones de dólares echados a la basura, o al matadero, daba igual era su carro preferido, saco sus berettas y se concentro en la misión de rescate, durante el camino se escondió de bastantes cazadores que se dirijan a la zona de la explosión, bueno era bastante cómoda la idea de que el plan si había funcionado – AUCH! – siguió quejándose
            La cabaña de Fuego estaba intacta, otra vez había dos carros, entro silenciosamente a la cabaña y comenzó a explorar nuevamente los cuartos, en ninguno había señas de sus hermanos y saco a conclusión de que estaban en la misma zona que algunas semanas atrás, rápidamente se dirigió al sótano, abrió lentamente la puerta, nada, en la cabaña no había nada ni nadie
            -Maldita sea – se dijo a si misma – donde están? – sus desesperación la había cegado por completo, estaba ignorando lo que le decía sus olfato y sus instintos, estaba ignorando sus agilidades de demonio, Yvainne entrecerró los ojos, ahora que se daba cuenta no sentía nada en absoluto, lo cual era extraño, cuando su demonio despertó por fin comenzó a sentir diferentes cosas y desde ese momento se había dado cuenta que nunca dejaría de sentirlo, pero ahora no sentía nada, se sentía como una humana común y corriente – OH! No puede ser - Yvainne corrió a la pared mas cercana y la toco, polvo de meteoro, sonrío amargamente, había caído en una estupida trampa se giro rápidamente, tal vez podría escapar
            -Alto ahí – Watson sonrío – las armas – Yvainne estaba en shock, tiro las armas y espero – eres tan predecible – Watson río a lo alto y se acerco a ella, puso el cañón de la pistola en su nuca y la empujo – camina! – la saco de la cabaña. Caminaron por un lapso de cinco minutos
            -A donde me llevas? – Yvainne había planeado escapar de varias maneras pero aquí el problema era que el tenia el arma en su nuca, Watson ignoro la pregunta y después de un rato diviso un muelle abandonado, se detuvieron cerca de ahí, Yvainne por primera vez observo detalladamente a Watson, era un hombre alto de ojos café, una sonrisa odiosa y su cabello muy bien arreglado 
            -Sabes, gracias a ti casi muero – sonrío irónico – mataste a Zadist, pero no sospechaste que yo existía, gracias a eso estoy aquí hoy, y tu – la señalo – tu eres la mejor? Eras la prioridad del plan – Yvainne lo observo – teniéndote a ti capturada seria mas fácil capturar a los demás.
            -Que piensas hacer conmigo? – los ojos de Watson se iluminaron
            -El alto mando trabajara personalmente contigo – sonrío – el en persona se encargara de domarte – Yvainne comenzó a reír después de tal comentario
            -Domarme a mi? – Los ojos de Yvainne habían cambiado eran rojos, echaban chispas, pero su furia la hizo olvidarse su alrededor, no noto que desde los arbustos un hombre la observaba, tampoco noto las dos misteriosas presencias que la vigilaban desde los árboles – SOY LIBRE, SOY PODEROSA – el viento se junto a su alrededor – NADIE ME DOMARA – su cabello voló y se hizo rojo como el fuego, Watson vacilo por un segundo, el cual Yvainne aprovecho ese momento para atacar, rápidamente alejo el cañon de su cara y golpeo a Watson tan fuerte que escupió sangre, la vista del hombre se nublo, cayo sobre sus rodillas, Yvainne enmarco su cara con sus manos – Mírame! – exigió, Watson alzo la vista, no se había dado cuenta desde el principio pero la mujer era demonio – A MI NADIE ME TENDRA COMO SU ESCLAVA! – Yvainne sonrío, mostró sus largos caninos y con un movimiento rápido giro la cabeza del Watson, ese fue el fin del cazador, ella soltó el cuerpo sin vida que cayo como bulto al suelo.
            Yvainne se sintió libre, segura, dejo que todos sus pensamientos se acomodaran tranquilamente, no se dio cuenta del hombre que estaba a sus espaldas, se giro rápidamente para enfrentar a su enemigo, sintió un impacto familiar en su estomago.
            -En verdad creíste que el era el único – río ligeramente – por favor, el es tan entupido – apretó el gatillo, sintió otro impacto en el pecho, las balas se estrellaron en el diminuto cuerpo de Yvainne una tras otra, hasta que no soporto mas su peso, cayo de rodillas sobre el suelo de madera, sintió como poco a poco su sangre abandonaba su cuerpo, pero también sintió la pistola que escondía en su pantorrilla y lentamente la saco – ahora ya no puedes hacer nada, aun siendo Demonio, morirás!
            -Muere – Yvainne levanto con toda sus fuerzas la beretta y disparo, la bala impacto entre los ojos de Crick y luego cayo.
            Yvainne cayó boca abajo, estaba débil, no tenía fuerzas, junto su energía para poder quedar boca arriba, el maldito le había disparado en diferentes partes, cuantas fueron? Diez u once balas, eran imposible sobrevivir a eso, sonrío amargamente. Era irónico, cuando estaba lejos de sus hermanos no temía morir sola, de hecho no le temía a la muerte, siempre había dicho que si moría no importaría demasiado, pero ahora estaba completamente asustada y sola.
            Observo las estrellas, recordó a su padre Joseph, “mi estrella caída” así le dijo desde el primer día que se habían conocido y desde ese momento se convirtió en alguien mas que una empleada, se convirtió en su hija y luego estaba Nathaniel, Yvainne río débilmente, el chico no sobreviviría sin ella en esas misiones peligrosas que tanto le encantaban, pero ya tenia a Gail, ella se encargaría de protegerlo y de paso Joseph ganaría una nueva hija, una lagrima callo por su mejilla, la vista se le estaba nublando. 

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